Debe recordarse que Enrique VII empezó la línea Tudor en Inglaterra. Los hijos de su hijo (Enrique VIII) completaron esa línea. Ellos fueron Eduardo VI (el hijo de Enrique con Jane Seymour), que reinó de
Reforma Bajo María (1553-58). —María subió al trono determinada a tomar venganza sobre los que habían declarado nulo el matrimonio de su madre con Enrique, —hacer volver a Inglaterra al seno de
Pocos meses después los obispos Ridley y Latimer fueron quemados por herejes, y muy pobo después el Arzobispo Tomás Cranmer sufrió la misma suerte. Los historiadores opinan que la quema de esos tres dirigentes, junto con aproximadamente otros trescientos durante los cinco años de reinado de María, hicieron de Inglaterra una nación protestante. En julio de 1554, María se casó con Felipe II de España, que pronto sería rey de España, pero ella murió sin heredero.
Reforma Bajo Isabel (1558-1603. — Isabel, hija de Enrique con Ana Bolena, fue la última de la línea Tudor. Es de sorprender que hubiera vivido hasta conseguir el trono. La razón para compadecerse de ella fue puramente política. Felipe de España reconocía que si algo le pasaba a Isabel, entonces María, reina de los escoceses, y esposa de Francisco II de Francia, sería la sucesora de la corona inglesa. Esto hubiera significado que Inglaterra, Escocia y Francia se hubieran unido bajo una corona, una preponderancia de poder continental' que
Felipe temía mucho. Su padre, el emperador, pensaba que Isabel sería asesinada a pesar de posible sucesión, y demasiado tarde para llevar lo a cabo, Felipe llegó a la misma conclusión. Era una conclusión inevitable que Isabel seria antiromana, puesto que el papa había declarado que su madre no era legítimamente la esposa de Enrique VIII. Ella había sido educada bajo el obispo Hooper, que era fuertemente calvinista en sus ideas doctrinales.
Isabel se movió lentamente al principio, pero en 1559, con considerable oposición, el Parlamento aprobó la legislación que reconocía a Isabel como suprema gobernadora de la iglesia, y aun con mayor poder eclesiástico que el que su padre había conocido. Ella obró cuidadosamente para acabar de demoler toda la estructura que en favor de Roma, María había erigido. En 1559, mediante un Acta de Uniformidad, Isabel ordenó nuevamente el uso del segundo libro de oraciones de Eduardo VI, con unas pocas enmiendas.
Menos de doscientos de los novecientos clérigos católicos romanos se negaron a dar su voto de fidelidad a Isabel, pero todos los obispos de María estaban, incluidos en la minoría. El cardenal Pole había muerto muy poco después de María, así que para tener una sucesión que no fuese romana, Isabel consiguió cuatro obispos que habían sido consagrados bajo Enrique VIII y Eduardo VI, para que impusieran las manos sobre Mateo Parker y lo consagraran como Arzobispo de Canterbury. La iglesia de Inglaterra argumenta que la continuación de la "sucesión fue válida bajo la ley eclesiástica, mientras que el papa ha decidido oficialmente que esta sucesión es nula. En 1563 los Cuarenta y Dos Artículos de Eduardo fueron revisados y publicados como los Treinta y Nueve Artículos (aunque los veintinueve artículos fue-ron suprimidos hasta 1571 por razones políticas), y estos artículos se han convertido en la declaración doctrinal oficial. Muestran tendencia al calvinismo.
En 1570 Isabel fue excomulgada y depuesta por
Como resultado de estos sucesos, Felipe II, ahora soberano de España,
reunió una flota de barcos, y el 12 de julio de 1588
A la muerte de Isabel en 1603, Inglaterra tenía un fuerte gobierno protestante. Esto no significaba, sin embargo, que se permitía la disensión, porque la disensión religiosa no era diferente de la rebelión, civil en un ambiente en que la iglesia y el estado estaban unidos en un solo soberano.
Aparición cíe los Puritanos
Por el rápido oscilar de las ideas religiosas reales, no es de sorprender que el pueblo no cambiara rápidamente sus convicciones religiosas para concordar. Esto era particularmente cierto en el caso de los que habían estado expuestos a los movimientos continentales de reforma, donde las convicciones eran mucho más profundas e influyentes que en la isla de Inglaterra.
Ya para 1550 los obispos Hooper y Ridley (ambos quemados después por María Tudor) revelaron su repugnancia por las supersticiones papales y las prácticas no escriturarias. La dirección inversa de las demandas religiosas reales bajo el gobierno católico de María Tudor (1553-58) hizo huir a veintenas de dirigentes protestantes en busca de seguridad al continente. Muchos de ellos entraron en contacto con el sistema de Calvino en Suiza. Por esta doctrina se convencieron de que la adoración debe contener sólo esos elementos que fueron distintivamente enunciados en las Escrituras. Tal principio socavaba las numerosas prácticas católicas romanas que descansaban sencillamente en la tradición, y en muchos casos hacía caso omiso de las cosas que los luteranos habían retenido, porque Lutero había decidido seguir con las prácticas y galas tradicionales en la adoración a menos que fueran prohibidas expresamente en las Escrituras. Así, cuando un soberano protestante subió al trono inglés en 1558, muchos de los exilados regresaron a su propio país para favorecer un protestantismo más radical que la medianera reforma inglesa.
Ellos demandaban la eliminación de los elementos papales en el culto, tales como la adoración de la hostia, al arrodillarse en
Desde este tiempo hasta que muchos de ellos se unieron en el movimiento wesleyano del siglo XVIII, los puritanos tuvieron una parte muy importante en la vida religiosa inglesa. Ellos, junto con los separatistas y los bautistas, son introducidos aquí porque se hará referencia a ellos en el predominio del primer rey Estuardo, que empezó en 1603.
El Desarrollo del Separatismo
Era inevitable que algunos no estuvieran satisfechos con los esfuerzos por sencillamente purificar la iglesia establecida. Al otro lado del canal, en el Continente, los luteranos se habían separado de
en el idioma inglés. En 1525-26 Guillermo Tyndale desde su exilio en el Continente, había hecho una traducción inglesa del Nuevo Testamento y la había metido de contrabando a Inglaterra. Apresado y matado en 1535 por
La oración fue contestada el siguiente año. Enrique ya había roto con
Ya para 1567, después que el Arzobispo Mateo Parker había demandado conformidad a los símbolos de la iglesia establecida en Inglaterra, las autoridades apresaron a un grupo de separatistas de Londres bajo la dirección de Ricardo Fitz: Eran de tipo congregacional, aunque es difícil estimar cuánto había progresado su organización. Por 1580 un franco ministro puritano, Roberto Browne, adoptó los principios separatistas y con Roberto Harrison fundó una iglesia independiente en Norwich, el siguiente año. Browne huyó de la persecución a los Países Bajos y publicó tres tratados que han permanecido como una exposición de los conceptos básicos de los congregacionalistas, aunque Browne regresó a la iglesia establecida. En 1587 Enrique Barrowe y Juan Greenwood fueron aprisionados por separatismo, y por sus tratados Francisco Johnson, puritano y enemigo del separatismo, fue ganado para sus principios. En 1592 Johnson se convirtió en pastor de una iglesia congregacional organizada en Londres, pero el siguiente año, por causa de la creciente persecución que hizo morir a Barrowe y Greenwood, Johnson fue obligado a huir a Amsterdam, donde fue pastor de una congregación.
Pronto vino a Amsterdam una segunda iglesia separatista. Un grupo de separatistas de Gainsborough, Inglaterra, entre cuyos dirigentes estaban Tomás Helwys y Juan Murtón y después Juan Smyth. Huyeron a Amsterdam por el año 1607 y formaron otra iglesia independiente en esa ciudad. Fuera de este grupo surgió un nuevo tipo de biblicismo, que será discutido poco después bajo el encabezado de Bautistas Ingleses. Una tercera congregación independiente que huyó de Inglaterra por 1607 se estableció en Leyden, después de detenerse primero en Amsterdam. Este grupo había venido de Scrooby Manor, no lejos de Gainsborough, y era guiado por hombres con nombres tan familiares como Guillermo Bradford, Guillermo Brewster y Juan Robinson. De ellos salieron los peregrinos que emigraron a Nueva Inglaterra en 1620.
Bautistas Ingleses
El pastor de la segunda iglesia separatista de Amsterdam fue Juan Smyth, que había sido discípulo de Francisco Johnson, pastor de la primera iglesia separatista de la misma ciudad. Smyth había sido criado en
Era una ocasión peligrosa para decidir eso. Jaime I había determinado echar de la tierra a los inconformes. Smyth se unió al grupo de Gainsborough y con ellos huyó a Amsterdam por 1607. Aquí Smyth llegó a la convicción de que las Escrituras debían ser la única guía de fe y práctica y que las Escrituras demandaban el bautismo solamente de los creyentes. Esto, por supuesto, iba más lejos de lo que la otra iglesia independiente de Amsterdam creía, y contribuyó a producir una separación entre las dos iglesias. Por 1609 Smyth se bautizó a sí mismo (por aspersión) y a otros treinta y seis, y formó la primera iglesia inglesa en sostener el bautismo de los creyentes. Smyth y unos cuantos seguidores, parecen haber dudado pronto de su autoridad para bautizar, así que solicitaron admisión a la iglesia menonitá cercana. Smyth murió antes de ser admitido a su comunión, pero finalmente algunos fueron recibidos.
Por otra parte, Tomás Helwys y Juan Murtón, con la minoría, regresaron a Inglaterra para formar
Los calvinistas ingleses o bautistas particulares generalmente tienen la fecha de 1638. En 1616 Henry Jacob organizó en Londres una iglesia separatista o independiente. Varios cismas surgieron bajo los pastores siguientes. En 1638 un grupo se separó por su convicción de que sólo los creyentes deberían ser bautizados. Con otros, estos formaron en 1638 la primera Iglesia Bautista Calvinista de Inglaterra, bajo la dirección pastoral de Juan Spilsbury. Después fueron llamados Bautistas Particulares por su creencia en una expiación limitada—Cristo murió sólo por los elegidos. Al final del período había más de siete Iglesias Bautistas Particulares en Inglaterra. Algunos de sus dirigentes sobresalientes fueron Guillermo Kiffin, Hanserd Knollys, y Juan Bunyan.
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