La segunda de las reformas generales intentadas de
Los cantones rurales tenían buenas razones para oponerse a la reforma. La iglesia Católica Romana por siglos había empleado a los jóvenes fuertes de los cantones rurales suizos como mercenarios en el ejército papal. Los abusos papales no eran gravosos. Los cantones rurales poseían considerable independencia de espíritu y poco dinero, y así difícilmente eran consciente de la explotación papal. Las ciudades cantón más poderosas, por otra parte, habían combatido por mucho tiempo la explotación financiera papal y la dominación política. El humanismo había hecho vastas incursiones en las ciudades grandes, particularmente Basilea, donde los medios educativos y de imprenta proporcionaban instrumentos de amplia propagación para agitar la reforma.
Las dos ciudades de Suiza que se convirtieron en dirigentes en la reforma fueron Zurich y Ginebra. Ulrico Zwinglio fue la figura principal al principio de la reforma en Zurich, mientras que Juan Calvino tuvo la parte principal en Ginebra; El movimiento de Calvino devoró en una generación a la reforma de Zwinglio, de manera que los dos serán discutidos como un solo movimiento.
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