Roberto Fonseca M,presenta la Historia del cristianismo en general.
|
.
Ver mapa más grande
|
miércoles, 17 de septiembre de 2008
Fecha del nacimiento de Jesucristo
Descripción del apóstol Pablo
Influencia griega en el Cristianismo
La Influencia Romana en el Cristianismo
El gobierno romano en el mundo, cuando Jesús nació, no fue ni bueno ni completamente malo en su efecto sobre el cristianismo. El fuerte gobierno centralizado de Roma proporcionaba una medida de paz y protección. Roma no permitía que ninguna clase de violencia tuviera lugar dentro de los límites de su imperio, para que el alboroto no sirviera como excusa para una revolución política. Esto hacía posible que los misioneros cristianos se movieran entre las diversas razas del mundo mediterráneo con un mínimo de fricción política. Los ciudadanos romanos como Pablo eran protegidos de trato injusto por los oficiales locales. El sistema de caminos romanos y las rutas marítimas hacían que los viajes fueran menos peligrosos y más convenientes. Doscientos años después el lenguaje de los romanos sería adoptado como el principal medio de expresión religiosa.
Por otra parte, el gobierno mundial de Roma llegó a ser el gran enemigo del cristianismo antes de finalizar el primer siglo. Se verá que la mente romana tenía poca comprensión del valor del alma del individuo, escogiendo en cambio, agotar la devoción religiosa al servicio del estado. Los ejércitos romanos adoptaban los falsos dioses de cada nación que conquistaban, requiriendo solamente que a su vez la nación subyugada aceptara los dioses romanos, incluyendo al emperador romano. Cuando los cristianos rehusaban adorar al emperador romano, sufrían severas persecuciones.
La Influencia Judía en el Cristianismo
La Dispersión del pueblo Judío
Jesucristo (4 a. de J. C. a 30 d. de J. C.)
El periodo de testimonio local (30 a 45 d. de J.C.)
EL Período de Expansión Misionera (45-68 d. de J.C.)
martes, 16 de septiembre de 2008
Por la pureza doctrina y práctica cristiana
Al mismo tiempo que el cristianismo se enfrentaba a su prueba más severa del exterior, también estaba luchando por retener su pureza original de doctrina y práctica. De las dos batallas la segunda era más importante; sin embargo, cuando la primera fue ganada, la segunda aunque no se perdió completamente, sí infligió grandes y terribles heridas sobre el cristianismo.
Los escritos cristianos más antiguos fuera del Nuevo Testamento son de interés porque revelan la condición interna del cristianismo e indican la dirección del pensamiento. Seis escritos primitivos (además de varios fragmentes) han sido conservados.
(1) Una carta escrita alrededor del año 96 d. de J.C., por Clemente, pastor de Roma, en respuesta a una dirigida a él por la iglesia en Corinto, es probablemente típica de muchas cartas semejantes escritas por los diversos obispos influyentes de todo el imperio. Parece que la iglesia de Corinto había depuesto algunos presbíteros que habían sido nombrados por los apóstoles. Clemente urge a la iglesia a volver a esos hombres a su oficio, y comenta con amplitud sobre los males de los celos y divisiones.
(2) Una carta titulada la "Epístola de Bernabé" (pero probablemente no fue escrita por Bernabé el colaborador de Pablo) se ha conservado. Su énfasis principal está sobre la superioridad del cristianismo sobre el judaísmo. Este escrito puede fecharse entre 70 y 135.
(3) Se ha levantado mucha controversia sobre las epístolas de Ignacio. Los eruditos disienten acerca de muchas epístolas que Ignacio escribió, respecto a la genuinidad de muchas referencias en las epístolas, y acerca del texto correcto de las cartas. Algunos le asignan, doce cartas a él, otros siete, y algunos siguen una versión Siria que le concede sólo tres epístolas. Si son auténticas, estas cartas parecerían haber sido escritas por el año 115, después que Ignacio había sido condenado a muerte por el emperador Trajano.
Estas cartas contienen muchas exhortaciones a las iglesias a ser fieles a los obispos, presbíteros y diáconos que Dios les había dado. La carta a la iglesia de Roma, en particular, reitera constantemente el deseo de Ignacio de ser devorado por los animales salvajes en la arena, como un mártir de Cristo.
(4) Una alegoría religiosa llamada El Pastor de Hermas, escrita alrededor del año 140, tuvo mucha influencia en el siglo segundo. Está formada de cinco visiones, doce mandamientos y diez similitudes, con el intento de promover la pureza y la fidelidad.
(5) La epístola de Policarpo data del año 116, aproximadamente. Policarpo era pastor de Esmirna. Era muy importante porque era discípulo íntimo del apóstol Juan y maestro de Ireneo, un prominente escritor del segundo siglo. La epístola de Policarpo consiste principalmente de citas bíblicas dirigidas a inculcar la pureza en doctrina y la constancia en el servicio.
(6)
Estos, escritos cristianos primitivos reflejan un cristianismo puro y saludable. El fuerte énfasis sobre la obediencia a los oficiales de la iglesia en Ignacio (si realmente son las cartas de Ignacio de 115 y no contienen interpolaciones posteriores) muestra la tendencia que más tarde se convirtió en una corrupción del modelo del Nuevo Testamento. Otros escritos posteriores a estos asignados a Ignacio, sin embargo, no muestran evidencia de esa tendencia. Principalmente, estos escritos muestran el uso extensivo de las Escrituras como autoridad, dan gran cantidad de buenos consejos y aspiran a producir pureza de vida y fidelidad en el servicio.
Más tarde en el segundo y tercer siglo el cristianismo se enfrento a varias luchas internas, que pueden ser bosquejadas bajo cuatro encabezamientos, como sigue: la lucha contra la dilución del cristianismo; la lucha contra especulaciones inadecuadas de Cristo y
El gnosticismo y su énfasis en la naturaleza del mal
El cristianismo se hubiera destruido si hubiera, como el sistema religioso romano, incorporado en sí otras religiones. Hubo varios esfuerzos por alterar el carácter del cristianismo intentando añadirle una parte o el todo de otros sistemas religiosos.
Intento de Diluir con el Legalismo.- El primero de esos esfuerzos intentaba combinar el judaísmo con el cristianismo. Tal movimiento empezó durante la vida de Jesucristo, y él acentuó la imposibilidad de poner vino nuevo en odres viejos.
Los judaizantes que acechaban a Pablo intentaban mezclar el legalismo de los judíos con el movimiento espiritual cristiano. ¿Cómo se hace cristiana una persona? El judaizante contestaría que debería primero hacerse judío, llenando ciertos requisitos legales, y después cambiarse al medio de lo que Jesús había añadido al judaísmo. Esta perversión, a la que Pablo se enfrenta en la carta a los Gálatas, fue la ocasión del primer concilio eclesiástico en Jerusalén, en el año 50.
Un número de partidos surgió, tomando nombres como ebionitas, nazarenos y elcitas. Insistían en considerar a Cristo simplemente como un profeta judío y al cristianismo como una extensión del judaísmo. Dado que el judaísmo había disminuido grandemente en la destrucción de Jerusalén (70) y en la guerra judía (132-35), y como los gentiles muy pronto dominaron el cristianismo, estas diversas sectas judío-cristianas murieron muy pronto en los primeros siglos. La influencia de su pensamiento legalista, que involucra el mérito de la obediencia y las obras, no ha muerto todavía.
Intento de Diluir con filosofía. — Un segundo esfuerzo por diluir el cristianismo tuvo su fuente en la especulación judía, aunque fue adoptada por los filósofos gentiles, y en su estado desarrollado realmente se convirtió en anti-judía en sus enseñanzas. Este movimiento tomó el nombre de gnosticismo, que significa conocimiento, porque sus seguidores pretendían tener un conocimiento especial de Dios y del mundo que el resto de la raza humana no tenía. Sus raíces se encuentran en los escritos judíos como los de Filón de Alejandría (
El gnosticismo puso énfasis en la naturaleza del mal, la naturaleza de Dios y su relación con el mundo, y en el significado del actual orden de la existencia. La definición de la naturaleza del mal forma una idea central en el gnosticismo. Se hizo el intento de aislar el mal afirmando que residía en la materia o cosas materiales. Si una cosa tenía masa, era mala; la bondad se encontraba en el espíritu. Así se seguía que una silla es mala, una casa es mala, el mundo físico es malo, el cuerpo físico de un hombre es malo.
Algunas inferencias trascendentes, decididamente antijudías en naturaleza, seguían esta definición del mal. Si el mundo físico era bueno y el Antiguo Testamento judío pensaba que en el principio Dios había creado este mundo físico, entonces la naturaleza de Dios estaba comprometida, porque ¿cómo podía un Dios perfecto crear un mundo malo? En respuesta los gnósticos tomaron la posición de que el Jehová del Antiguo Testamento no era el verdadero Dios sino una creación inferior del verdadero Dios.
En este punto los muchos sistemas gnósticos ofrecían varias explicaciones de la creación. Muchos de ellos enseñaban que el mal irrumpió en la vida completamente espiritual antes de la creación del mundo, desarrollando la envidia y el orgullo espiritual, trayendo como consecuencia la prisión de las almas puras de los hombres en cuerpos malos.
El buen Dios, continuaban ellos, era demasiado santo. Para crear un mundo malo, pero para proveer un lugar para habitación humana, este buen Dios formó un ser divino un poco menos santo que él mismo, habiendo continuado este proceso hasta que, finalmente, después de una serie de dioses o eones descendentes, fue creado el Jehová del Antiguo Testamento.
Era a tal punto menos santo en esta etapa, que no tuvo dificultad para crear un mundo malo. De esta manera los gnósticos engrandecían la completa santidad de Dios y al mismo tiempo daban cuenta de la creación de un mundo malo con la autoridad final del verdadero Dios.
Conceptos relativos a Cristo siglo I
La pregunta de Jesús a los discípulos en Cesárea de Filipo: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?" no fue contestada de manera que evitara una pregunta similar durante los siglos siguientes. El lema del judaísmo por más de, mil años ha sido su Shema versículos de los Libros de Deuteronomio y Números que se recitan en las sinagogas "Oye, oh Israel, el Señor tu Dios uno es." El Nuevo Testamento describe a Cristo como Dios y al Espíritu Santo como Dios. El cristianismo del segundo siglo reflexionaba mucho sobre la pregunta de cómo el Cristo encarnado podía ser Dios sin afectar la unicidad de Dios. Cinco opiniones principales que intentan responder a esta pregunta pueden ser brevemente resumidas.
Una opinión resolvió el problema negando la filiación eterna de Cristo. Este grupo era conocido como los "alogoi" (que literalmente significa "el Verbo no" —refiriéndose a Juan 1:1). Como su nombre sugiere, negaban que Cristo fuera el Verbo, la expresión de Dios, insistiendo en que no había Trinidad, puesto que Dios es uno. Cristo, decían ellos, era un gran Maestro, pero no divino.
Una segunda especulación declaraba que Cristo nació sencillamente como hombre, pero que Dios lo adoptó. La doctrina principal explica el nombre de "adopcionismo" dado a esta teoría. Aunque estaban de acuerdo en la idea de que Jesús era adoptivo de Dios de una manera especial, los seguidores de este concepto diferían en varios puntos unos de otros. Un popular punto de vista declaraba que Jesús fue adoptado en su bautismo cuando la paloma descendió del cielo y la voz de Dios anunció: "Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia." Fue en este tiempo cuando el poder divino descendió sobre Jesús —por esa razón el punto de vista es llamado algunas veces "dinamismo", queriendo decir "habilitado"— y permaneció con él como maestro y sanador hasta la experiencia de la cruz. Su lamento: "¿Por qué me has abandonado?" era interpretado como indicio de que entonces el poder divino lo había dejado. Después de todo, se argumentaba, Dios no podía morir en la cruz, así que cualquier divinidad que Jesús hubiera recibido en su bautismo le fue quitada antes de su muerte. En este sentido, entonces, Cristo vino a ser el Hijo adoptivo de Dios sólo por un breve período de su ministerio terrenal, y la doctrina de
Una tercera especulación decía que Cristo era divino pero subordinado al Padre. Tal concepto eliminaría la necesidad de una doctrina de
Un grupo adelantó la idea de que Cristo era solamente otro nombre de Dios. Esta escuela de pensamiento argumentaba que cuando Cristo nació en el mundo en la experiencia encarnadura, fue Dios el Padre el que nacía, y que no se quedaba el Padre en el cielo. Cuando Cristo subió otra vez a los cielos, se convirtió en Dios el Padre. Y cuando el Espíritu Santo fue concedido en poder en Pentecostés, el cielo se quedó vacío otra vez. En otras palabras esta especulación decía que el hijo y el Espíritu Santo eran simplemente Dios el Padre en otra modalidad o función. De esta idea el movimiento obtuvo su nombre de “modalismo".
Muchos seguían el concepto ortodoxo de que Cristo es una esencia con Dios, y que la identificación de las tres personas en
Estos diversos conceptos relativos a Cristo y a su relación con
Las ordenanzas simbólicas del Nuevo Testamento
Los principales convertidos al cristianismo después .del primer siglo eran gentiles o paganos, la mayor parte de los cuales habían sido ganados para el cristianismo de otros fondos religiosos. No es de sorprender, entonces, que muchas de las ideas corrompidas de esos sistemas religiosos contemporáneos se hubieran reproducido hasta cierto Punto en el movimiento cristiano. Algunas de esas tendencias paganas son las siguientes:
Fetichismo. — Todas las formas de paganismo exageraban la vasta importancia de exterioridades religiosas, cosas y acciones. Los cristianos primitivos eran llamados despectivamente ateos, porque no tenían evidencias materiales de su celo religioso. Tales exterioridades empezaron a ser añadidas al cristianismo en los siglos segundo y tercero. Los huesos de los santos empezaron a tener santidad; las posesiones religiosas y el signo de la cruz empezaron a dar evidencia externa de piedad. La verdadera religión empezó a ser juzgada por la participación en los actos religiosos y la posesión de reliquias sagradas.
Sacramentalismo. — Íntimamente relacionada a este desarrollo estaba la nueva actitud hacia las ordenanzas. Las dos ordenanzas simbólicas del Nuevo Testamento eran el bautismo y la cena del Señor. Recibieron el nombre de "sacramentos" (del juramento militar latino de lealtad); se creía que los mismos elementos físicos poseían salvación y gracia espirituales. El agua del bautismo empezó a tener una eficacia salvadora. De acuerdo con Justino Mártir (alrededor del 165), el bautismo completa la salvación; Ireneo (alrededor del 185) descaradamente declaró que el bautismo es el nuevo nacimiento y trae regeneración. En los escritos de Ireneo está la primera evidencia de que tal vez para entonces los infantes fueran sometidos al bautismo, lo que confirmaría la idea de que el agua bautismal, sin relación con el arrepentimiento, trae redención. El pan y el vino de la cena del Señor fueron llamados "la medicina de la inmortalidad" por Ignacio (alrededor del 115) — tal vez en lenguaje simbólico, pero para el tiempo de Ireneo se declaraba rotundamente que después que el pan ha sido consagrado ya no es pan común. En algún sentido se le ha dado un nuevo carácter que lo capacita para trasmitir gracia espiritual a los hombres.
El Sacerdocio. — No sólo el sistema judío sino todos los cultos paganos antiguos requerían sacerdotes y rituales como parte de su culto religioso. La introducción de ideas paganas de eficacia mágica externa en los ritos del bautismo y
De esta manera la salvación llegó a identificarse con los ritos del bautismo y
Profesionalismo. — Jesús dijo que los reyes de los gentiles se enseñorearían de ellos, pero que entre los cristianos el servicio y la humildad caracterizarían a los líderes. Esta escritura se olvidó cuando los obispos empezaron a procurar señorío y autoridad en la esfera eclesiástica. Copiando de prácticamente todas las religiones paganas, los líderes cristianos empezaron a hacer una distinción entre el carácter sagrado del grupo interior que administraba la religión y el resto de los mortales. Los mismos nombres adoptados en el cristianismo muestran la actitud oficial de autoridad, porque clero significa "los que han sido llamados de Dios”, mientras que laicismo significa "el pueblo".
El Movimiento del Montañismo
Movimientos durante los primeros siglos, que, aunque separados y distintos, sin embargo se sobreponen y hasta cierto punto se incluyen uno al otro. Todos aceptaban la corrupción de su tiempo respecto al bautismo como una ordenanza salvadora, pero todos protestaban contra permitir a los indignos —ya fueran los que habían negado a Cristo en la persecución o que habían entregado
Montañismo. — Entre los años 135 y 160, Montano, aparentemente un recién convertido del sacerdocio pagano, repentinamente empezó a reconvenir a los cristianos de Asia Menor donde vivía, acusándolos de aceptar ideas gnósticas, de seguir la dirección humana en vez de al Espíritu Santo en la vida de la iglesia y la organización, y de ser criminalmente laxos en la disciplina cristiana. Con dos mujeres ayudantes, Priscila y Maximila, denunció a los obispos de su área por su falta de espiritualidad, y declaró que ellos no estaban calificados para su oficio, puesto que les faltaban los dones propios del Espíritu Santo.
Montano exageró dos doctrinas distintivas. La primera era un énfasis sobre el Espíritu Santo. A veces la predicación de Montano sugería que él mismo era el Espíritu Santo prometido por Cristo. El pretendía una inmediata inspiración para él mismo y para sus ayudantes, de manera que sus palabras eran autoritativas, aun más allá de las Escrituras.
El énfasis sobre la disciplina cristiana fue la segunda de las doctrinas. Montano predecía que Cristo vendría en breve a empezar, su reinado milenial en la pequeña región de Frigia donde Montano vivía. Puesto que esto era cierto, los cristianos debían estar completamente separados del mundo y prepararse para el reino de Dios. El diseñó una lista distinguiendo entre pecados mortales (los que traen condenación) y los pecados veniales (los que son perdonables). Los clérigos, en particular, deben seguir una ética más estricta que los cristianos ordinarios. En el tiempo guando los cristianos estaban siendo perseguidos de muerte, Montano advirtió que si un cristiano se escapaba de sufrir o negaba la fe, traería condenación total y final. Los sufrimientos físicos y las penalidades similares por Cristo purificaban y fortalecían el espíritu.
Tan rígidos residuos de mundanalidad, agudizados por el ejemplo de Montano, tuvieron gran influencia para empujar el movimiento monástico un poco más tarde. El convertido sobresaliente de Montano fue Tertuliano, el gran escritor de Norafrica, alrededor del año 200. Tertuliano no aceptaba todas las doctrinas de Montano, pero veía como lo más peligroso a las irrupciones de la mundanalidad y la laxitud en el movimiento cristiano.
lunes, 15 de septiembre de 2008
Nacimiento de los sacramentos
Durante este período la fe personal fue eliminada enteramente en algunos casos. En los escritos de Ireneo (alrededor del 200) hay un indicio de que tal vez en su generación los infantes eran bautizados para salvarlos. Bajo estas circunstancias la fe individual se hace innecesaria. Con alguien que actuara como apoderado del infante para aparentar fe, se aplicaban "las aguas salvadoras del bautismo". Más aún: hay evidencia de que el primer caso en que se derramó agua sobre la cabeza para bautizar tuvo lugar alrededor de este tiempo. Novaciano, líder del partido eclesiástico estricto en Roma, se enfermó gravemente, y se temió que su muerte estuviera próxima. El nunca había sido bautizado. Dado que no estaba suficientemente fuerte para permitirse el bautismo por inmersión en agua, se decidió derramar cierta cantidad de agua sobre su cuerpo. Se hizo así y esto marcó el principio de un cambio en la forma del bautismo. Muy pronto se desarrolló el rociamiento, porque si el agua es la que salva, un poco puede ser tan efectivo como mucho de ella. También era más conveniente.
Con este concepto de la iglesia y los sacramentos, es evidente que la completa dependencia de Cristo, claramente el único requisito para la salvación en el Nuevo Testamento, fue modificado para requerir obediencia a la institución y a la recepción de los sacramentos. De esta manera, la fe sola, sin la iglesia y los sacramentos, no puede salvar; la iglesia y los sacramentos solos, como en el caso del infante, puede salvar sin fe por parte del individuo.
Obispos y presbiteros como cambio
En la iglesia del Nuevo Testamento no había diferencia de oficio entre un obispo y un presbítero; los dos nombres sencillamente describían funciones del mismo oficio (ver Hechos 20:17-35). Sin embargo, muy pronto en el segundo siglo empezó a hacerse común que uno de los ministros asumiera la dirección, algunas veces por causa de una erudición inusitada, por una personalidad fuerte, o por madurez.
Tan pronto como en el año 150 uno de los escritores habla de un presidente de los ministros en una sola iglesia. Hay varias razones para que tal oficio se desarrollara tan rápidamente. Los obispos o presbíteros primitivos se dedicaban a trabajo secular para vivir, y cumplían los deberes de su oficio en la iglesia cuando no trabajaban. Conforme los cristianos crecieron en número y en capacidad económica, se pidió a un hombre, el más capacitado, que renunciara a su trabajo secular y diera todo su tiempo a la obra religiosa. Su tarea llegó a ser "supervisar" (la palabra que significa "obispo") la obra de la comunidad cristiana. El recibió el título de obispo en un sentido especial y, finalmente reclamó el nombre como una dignidad única. Los otros ministros eran llamados ahora "presbíteros" para distinguirlos del ministro "supervisor", el obispo. Temprano en el segundo siglo las iglesias de Antioquia en Asia habían mejorado a tal líder hasta ponerlo sobre todos los presbíteros, aunque esto no se había manifestado en Roma, Filipos o Corinto.
Otro factor que trajo autoridad y prestigio al nuevo oficial conocido solamente ahora como obispo, fue el desarrollo de concilios locales para consejo y discusión. Los líderes de varias iglesias en un área geográfica dada empezaron a tener tales concilios o sínodos, y por su lugar en la congregación local, el nuevo obispo actuaba como vocero de su iglesia. Era él el que informaba a la congregación respecto a la acción unida de todos los cristianos al combatir la herejía, al ejercer disciplina, y en otros asuntos de acción común.
Remanentes literarios del cristianismo
De acuerdo con el desarrollo histórico descrito en la sección anterior, los remanentes literarios del cristianismo antiguo muestran claramente un cambio de la idea neotestamentaria de la autoridad final de una iglesia local a la idea de que la autoridad final en todos los asuntos religiosos era el obispo. Se ha señalado que el cristianismo produjo cuatro tipos generales de literatura en los dos siglos que siguieron al período apostólico.
Los más antiguos eran principalmente de naturaleza edificante. En ninguno de los escritores de este tipo primitivo de literatura hay ninguna evidencia de que la norma neotestamentaria de autoridad eclesiástica hubiera sido alterada. La carta de Clemente de Roma a los corintios urge a la iglesia a restaurar a algunos oficiales que habían sido disciplinados, aunque originalmente habían sido nombrados por los apóstoles. Esto significa que la iglesia de Corinto ejercía autoridad aun más allá del nombramiento apostólico.
La carta de Clemente aconseja, pero no muestra autoridad para ordenar a la iglesia de Corinto que siga el consejo. Los escritos de Ignacio (alrededor del 115) dan gran énfasis a la necesidad de obedecer al pastor y a los diáconos, y son morbosamente ascéticos. Por causa del énfasis sobre esas dos ideas, hay considerable sospecha de que haya interpolaciones por manos que anteriormente intentaron dar autoridad primitiva a los asuntos que se desarrollaron después. Sin embargo, en este período primitivo el obispo era simplemente uno de los pastores de un cuerpo local. Aunque posteriores a los escritos de Ignacio, la epístola de Poli-carpo y del Pastor de Hernias no revelan ningún desenvolvimiento episcopal.
El segundo tipo de literatura era de naturaleza apologética. Su principal propósito era defender el cristianismo contra acusaciones tales como ateísmo, libertinaje y canibalismo, dirigidos contra él por los paganos. En la discusión doctrinal de esta literatura la base de autoridad eran las Escrituras, principalmente el Antiguo Testamento. No había ninguna apelación a autoridad episcopal.
El tercer tipo de literatura era polémico. Su propósito era combatir la herejía que amenazaba irrumpir en las filas cristianas. En este campo dos importantes escritores fueron Ireneo (alrededor de 130-202) y Cipriano (195-258). En el curso de sus argumentos para desacreditar el gnosticismo alrededor del 185, Ireneo primero refuta sus doctrinas acerca de las Escrituras cristianas. Enseguida él dice que la continua existencia de las varias iglesias desde los días de los apóstoles, prueba que no se habían equivocado en la interpretación de las enseñanzas apostólicas. Refiriéndose a Roma como un ejemplo de tales iglesias, Ireneo cita sus obispos hasta los días apostólicos (sin embargo, su lista presenta problemas de desacuerdo con otras listas). En otras palabras, Ireneo hace de la sucesión histórica de los obispos la base para confiar que el cristianismo ortodoxo era el verdadero cristianismo mientras que el gnosticismo era una falsa perversión. Básicamente, entonces, la autoridad citada por Ireneo eran las Escrituras; la correcta interpretación de las Escrituras que él trataba de probar a través de la sucesión.
Otro importante escritor polémico era el obispo Cipriano de Cartago (195-258), que hizo más que cualquier otro individuo por impulsar el oficio de obispo como la autoridad cristiana final. La teoría de Cipriano surgió de los problemas prácticos al administrar su diócesis. En su lucha con lo que debía hacerse con los que habían negado a Cristo o entregado las Escrituras bajo persecución, finalmente él descansó su argumento sobre el hecho de que él como obispo tenía autoridad sobre todas las iglesias e individuos en su diócesis porque él era el sucesor de los apóstoles. El pensaba en una iglesia universal (católica) en el mundo, compuesta de muchos obispos, los sucesores de los apóstoles. La unidad de todos los obispos constituye la unidad de
La paradoja interesante acerca de Cipriano es que aunque él pensaba firmemente que todos los obispos son de igual rango (y lo practicó al pelear con los obispos de Roma y decirles que dejaran de entremeterse en su diócesis), llamaba a la iglesia romana "madre y raíz de la iglesia católica". Cuando el obispo romano intentó instruir a Cipriano sobre la validez del bautismo herético y ejercer cualquier autoridad que estuviera involucrada en el título que Cipriano le había aplicado a
Fue Cipriano, entonces, el que corrompió la norma de autoridad del Nuevo Testamento. En vez de la iglesia local, el obispo territorial se convirtió en la palabra final de autoridad. La iglesia universal (católica) descansaba sobre la sola soberanía de los obispos como sucesores de los apóstoles. Las iglesias locales perdieron todo vestigio de autoridad.
La Naturaleza del Culto Cristiano
Crecimiento del Movimiento Cristiano
Primero, el paganismo había fracasado como respuesta a las necesidades del hombre. El racionalismo griego había vaciado los cielos paganos. Los hombres dejaron de creer completamente en las leyendas supersticiosas que no tenían poder ni para afectar la vida diaria ni para prometer cosas buenas para el futuro. En el vertiginoso remolino de fomento político, económico y social que amenazó a los hombres en los primeros siglos cristianos, los sistemas religiosos paganos guardaron silencio.
Segundo, el mensaje cristiano era positivo y eficaz. El contenido de las enseñanzas de Cristo atraía los corazones hambrientos de los hombres en todas partes. Los paganos podían ver lo que el cristianismo significaba al observar la vida de los cristianos. El amor era el tema de sus vidas. Cuando tenían que morir en los diversos períodos de severa persecución, los cristianos respondían con fe y valor. Los paganos sólo podían explicar tal espíritu en términos del poder de Dios.
Finalmente, el celo de los cristianos por testificar de Cristo era arrollador. Al contrario de los paganos, los cristianos insistían en que todas las religiones no eran de igual valor; o se acepta a Cristo como Salvador o se pierde uno, era la convicción del cristiano. Cada cristiano era un misionero, cada bocacalle un pulpito, cada persona un candidato. Había un sentimiento de urgencia en el testimonio cristiano. Conscientes del mandato de Cristo de velar y obrar, los cristianos trabajaban con el sentimiento de que el Señor regresaría en cualquier momento. Como consecuencia ellos rogaban con fervor y convicción personales.
El notable crecimiento que siguió fue uno de los factores que ayudaron a corromper la pureza original del movimiento cristiano. Incuestionablemente promovió el desarrollo del poder del obispo. Su prestigio se acrecentó cuando un gran número de convertidos hicieron del cristianismo la religión de la mayoría de la gente en muchas áreas. Estos convertidos no fueron sacados todos de las clases bajas. La educación, la riqueza y el gobierno civil pronto fueron alistados en la causa cristiana, trayendo al obispo sobreveedor nuevas armas poderosas y amigos influyentes.
El crecimiento también aumentó el peligro del sacramentalismo. Un gran número de paganos se congregaron a las puertas de la iglesia" cristiana y fueron admitidos mediante el uso de los sacramentos mágicos. Grandes masas de paganos sin regenerar fueron introducidos a las iglesias de esta manera. Los cristianos precavidos veían inquietos cómo estos paganos introducían ideas del fondo de su preparación religiosa primitiva. Con otros factores, esta situación llevó al monasticismo, al huir los cristianos de las iglesias paganizadas para encontrar pureza y espiritualidad en las cuevas del desierto.
Finalmente, el influjo de los. Grandes números en las iglesias cristianas promovió el desarrollo institucional del cristianismo. Los niños y los paganos no iniciados requerían extensa instrucción en ritual y doctrina. El rociamiento de agua sobre ellos no podía traer un nuevo corazón; se esperaba que la amplia instrucción los hiciera buenos cristianos.
Conflictos externos al cristianismo
Los líderes primitivos estaban divididos sobre cómo tratar a los apóstatas, los falsificadores y los infieles. Algunos, como Montano, Novaciano y Donato, querían excluirlos para siempre de la iglesia; otros, como Cecilio y Calixto, querían dejarlos regresar a la iglesia después de evidencias de arrepentimiento. Se sugirieron varios planes para aceptar nuevamente a los ofensores. Un sistema les permitía arrodillarse fuera del templo y dar evidencia de aflicción por todo un año—éstos eran llamados plañideros; el siguiente año se les permitía entrar al templo y escuchar el culto, de aquí que se les llamara oyentes; el siguiente año podían arrodillarse durante el culto hasta la hora de la cena del Señor, cuando debían salir —éstos eran llamados los que se arrodillan; el cuarto año se les permitía estar de pie durante el culto—eran llamados los parados; y finalmente, eran admitidos a
Fácilmente puede verse cómo tal sistema exageraría la naturaleza de la iglesia como una institución salvadora; de otra manera los esfuerzos tan extenuantes por regresar a su comunión difícilmente valdrían la pena de ceremonias tan prolongadas. La persecución también alentó otros elementos que contribuyeron a la corrupción del cristianismo, tales como el deterioro que siempre viene de la guerra literaria, la centralización de la autoridad eclesiástica en el obispo para hacer frente a las amenazas de los perseguidores, y el desarrollo de la actitud de que la coerción física era el mejor medio de tratar a los disidentes.
Conflictos internos al cristianismo
Conflictos Internos. — Uno de los factores más importantes en la corrupción del cristianismo fue la serie de controversias internas descritas en el capítulo anterior. Mientras que oficialmente condenaba muchas de las perversiones heréticas, el cristianismo inconscientemente absorbió algunas de las enseñanzas que tan ampliamente se propagaban mediante esas controversias. La doctrina de los pecados mortales y veniales fue tomada del montañismo, y también los énfasis ascéticos y monásticos. El gnosticismo había enseñado que había una serie de personas mediadoras entre el hombre y Dios; la idea de santos mediadores que invocaran las bendiciones de Dios creció en el cristianismo.
El poder mágico de las ordenanzas que las cambió a sacramentos vino sin refinar del paganismo. Las ideas judías apresuraron el desarrollo del sistema sacerdotal. El gobierno romano secular proveyó un modelo de organización que fue duplicado por la monarquía eclesiástica que se desarrolló en siglos posteriores. La expresión de la verdad cristiana en terminología filosófica era inevitable en el curso de las diversas controversias, pero sirvió para barnizar la espiritualidad con argumentos. Las diversas luchas internas tuvieron un gran papel en el engrandecimiento de la estatura del obispo, puesto que él era el llamado a ser el campeón de la ortodoxia.
Rivalidad Eclesiástica.— Debe recordarse que el oficio de obispo había sido separado del de presbítero o sacerdote y había llegado a ser sucesivamente el poder gobernador en una iglesia local, la cabeza eclesiástica de una diócesis (una ciudad) y el príncipe espiritual de un territorio, a veces de toda una provincia. El crecimiento de concilios o sínodos para consejo y ayuda mutua relacionó a los obispos entre sí y alentó la oportunidad de un liderato más amplio para los obispos más dotados. Una de las prácticas comunes durante las controversias era que uno de los partidos se asegurara la reacción favorable de uno o más obispos fuertes antes de que estallara el conflicto. Esto aseguraba aliados, pero también acrecentaba el prestigio e influencia de los obispos a quienes se había apelado, porque les daba la oportunidad de actuar como jueces.
Para 325 los obispos más influyentes en el mundo mediterráneo eran los de Roma, Antioquia y Alejandría. Ya estos obispos estaban luchando por elevarse al lugar ocupado por éstos. La rivalidad intensa avivó las llamas de la ambición, a la que normalmente no le faltaba combustible. La recriminación, la condenación, y la falsificación ultrajante de documentos oficiales en un esfuerzo por obtener el primer lugar caracterizó esta lucha entre obispos. ¡Qué contraste con las enseñanzas del humilde galileo!
-
▼
2008
(147)
-
▼
septiembre
(106)
-
▼
sept 17
(9)
- EL Período de Expansión Misionera (45-68 d. de J.C.)
- El periodo de testimonio local (30 a 45 d. de J.C.)
- Jesucristo (4 a. de J. C. a 30 d. de J. C.)
- La Dispersión del pueblo Judío
- La Influencia Judía en el Cristianismo
- La Influencia Romana en el Cristianismo
- Influencia griega en el Cristianismo
- Descripción del apóstol Pablo
- Fecha del nacimiento de Jesucristo
-
▼
sept 17
(9)
-
▼
septiembre
(106)
Más visto
-
Nuevo Testamento Los elementos griegos en el mundo al cual vino el cristianismo, pueden ser trazados desde la conquista de Palestina (y de c...
-
El Avivamiento Evangélico Uno de los movimientos más influyentes en este moderno periodo era el avivamiento religioso de la primera mitad ...
-
La nación judía proveyó el fondo inmediato de Cristo y de todos sus primeros discípulos. La historia de los judíos, como es narrada en el An...
|
|
|
|