Primero, el paganismo había fracasado como respuesta a las necesidades del hombre. El racionalismo griego había vaciado los cielos paganos. Los hombres dejaron de creer completamente en las leyendas supersticiosas que no tenían poder ni para afectar la vida diaria ni para prometer cosas buenas para el futuro. En el vertiginoso remolino de fomento político, económico y social que amenazó a los hombres en los primeros siglos cristianos, los sistemas religiosos paganos guardaron silencio.
Segundo, el mensaje cristiano era positivo y eficaz. El contenido de las enseñanzas de Cristo atraía los corazones hambrientos de los hombres en todas partes. Los paganos podían ver lo que el cristianismo significaba al observar la vida de los cristianos. El amor era el tema de sus vidas. Cuando tenían que morir en los diversos períodos de severa persecución, los cristianos respondían con fe y valor. Los paganos sólo podían explicar tal espíritu en términos del poder de Dios.
Finalmente, el celo de los cristianos por testificar de Cristo era arrollador. Al contrario de los paganos, los cristianos insistían en que todas las religiones no eran de igual valor; o se acepta a Cristo como Salvador o se pierde uno, era la convicción del cristiano. Cada cristiano era un misionero, cada bocacalle un pulpito, cada persona un candidato. Había un sentimiento de urgencia en el testimonio cristiano. Conscientes del mandato de Cristo de velar y obrar, los cristianos trabajaban con el sentimiento de que el Señor regresaría en cualquier momento. Como consecuencia ellos rogaban con fervor y convicción personales.
El notable crecimiento que siguió fue uno de los factores que ayudaron a corromper la pureza original del movimiento cristiano. Incuestionablemente promovió el desarrollo del poder del obispo. Su prestigio se acrecentó cuando un gran número de convertidos hicieron del cristianismo la religión de la mayoría de la gente en muchas áreas. Estos convertidos no fueron sacados todos de las clases bajas. La educación, la riqueza y el gobierno civil pronto fueron alistados en la causa cristiana, trayendo al obispo sobreveedor nuevas armas poderosas y amigos influyentes.
El crecimiento también aumentó el peligro del sacramentalismo. Un gran número de paganos se congregaron a las puertas de la iglesia" cristiana y fueron admitidos mediante el uso de los sacramentos mágicos. Grandes masas de paganos sin regenerar fueron introducidos a las iglesias de esta manera. Los cristianos precavidos veían inquietos cómo estos paganos introducían ideas del fondo de su preparación religiosa primitiva. Con otros factores, esta situación llevó al monasticismo, al huir los cristianos de las iglesias paganizadas para encontrar pureza y espiritualidad en las cuevas del desierto.
Finalmente, el influjo de los. Grandes números en las iglesias cristianas promovió el desarrollo institucional del cristianismo. Los niños y los paganos no iniciados requerían extensa instrucción en ritual y doctrina. El rociamiento de agua sobre ellos no podía traer un nuevo corazón; se esperaba que la amplia instrucción los hiciera buenos cristianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario es importante. Gracias