En 330 el emperador Constantino cambió la capital del Imperio Romano dé Roma a Bizancio, que llegó a ser conocida como Constantinopla. En vez de debilitar la posición del obispo romano al hacerlo así el emperador inconscientemente contribuyó al crecimiento del prestigio obispal. Mientras el emperador vivía en Roma, el obispo debía tomar un segundo lugar. Como "obispo de obispos" el emperadorpodía proteger a sus súbditos políticos y dominar la política eclesiástica del obispo.
El cambio del emperador a una nueva ciudad en el Oriente emancipó al obispo romano de la influencia secular y le permitió crecer sin restricción. De hecho, con el cambio del emperador el obispo se convirtió en soberano, tanto eclesiástico como secular. Losobispos romanos se convirtieron en administradores de los asuntos seculares de la ciudad, defendiéndola contra agresores militares, manteniendo orden interno, proveyendo para sus necesidades físicas, e iniciando su política extranjera.
Roma había sido el centro del mundo político por varios siglos cuando el último de los apóstoles murió. No puede estimarse cuánto prestigio le dio a la iglesia de la ciudad esta situación política.
Roma había sido el centro del mundo político por varios siglos cuando el último de los apóstoles murió. No puede estimarse cuánto prestigio le dio a la iglesia de la ciudad esta situación política.
La importancia de tal centralidad política se ve en el hecho de que Constantinopla, localidad de la nueva capital, no tenía más pretensión de prestigio eclesiástico que ser el asiento del emperador; sin embargo, en poco más de un siglo Roma era su rival eclesiástico más grande por causa de su importancia política.
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