Uno de los oponentes sobresalientes del papado en los últimos años de su vida fue el patriota y predicador Juan Wycliffe fe (1320-84). Antes de 1376 Wycliffe fe reprimió sus ataques contra el papado, pero las vergonzosas condiciones que rodearon los últimos años del papado de Avignon y el principio del cisma papal en 1378 descargaron sus violentas protestas. Wycliffe exigió que ambos papas fueran depuestos. En sus conferencias en Oxford él adelantó la idea de que cualquier príncipe secular o eclesiástico que no fuera fiel a su tarea, perdiera su derecho a tener el puesto. Si un obispo o hasta el mismo papa. Mostraran ser dignos, los gobernantes civiles, como agentes de la voluntad de Dios, tenían el derecho de despojarlo de sus propiedades temporales. Probablemente alentado por la protección que le dieron poderosos patriotas ingleses, Wycliffe escuetamente continúo sus críticas contra el papado. Con el uso de la Biblia, que el ayudo a traducir al ingles cerca del 1382, como autoridad final, atacó vigorosamente el sistema sacramental católico romano, particularmente la doctrina de la transubstanciación. También declaró que el Nuevo Testamento no hacía distinción entre el obispo y el presbítero (sacerdote) y que, consecuentemente, el obispo romano había usurpado injustamente un poder que no era suyo. Los conceptos de Wycliffe estaban muy adornados con su patriotismo: él objetaba la extorsión papal a los fondos ingleses, el nombramiento hecho por el papa de extranjeros para prebendas inglesas, y el fomento papal de monjes mendicantes en Inglaterra que, él decía, robaban a los pobres.
Para dar instrucción escrituraria, Wycliffe organizó un grupo conocido como los "sacerdotes pobres" que vagaban de dos en dos (siguiendo los requerimientos escriturarios), predicando y enseñando. Estos eran recibidos gozosamente por la gente. Wycliffe fue condenado en 1377 por el papa, pero fue protegido hasta su muerte en 1384, por influencia política. Los lolardos, como eran llamados estos sacerdotes pobres, continuaron creciendo en número e influencia hasta 1399. En 1395 ellos dirigieron una atrevida nota al Parlamento denunciando el romanismo. Sin embargo, el ascenso del rey Enrique IV (1399-1413), un ardiente papista, fue la señal de la persecución. Veintenas de lolardos fueron quemados en la estaca y sus iglesias suprimidas. Los seguidores de los lolardos se volvieron secretos después de 1431 e indudablemente proveyeron un terreno fértil para el movimiento de reforma que vino como un siglo después.
El humanismo inglés. — El humanismo inglés también tuvo participación en el aumento del sentimiento antipapal. Juan Colet (1467-1519), decano de la catedral de San Pablo en Londres, era un humanista sobresaliente. Con Guillermo y Tomás Linacre formó un núcleo para la escuela de pensamiento que menospreciaba los métodos escolásticos y la teología. Colet, un caudillo competente y profundamente espiritual, era especialmente diestro en la interpretación bíblica. Su elocuente voz constantemente llamaba a la reforma. El influyo grandemente en Erasmo, el sobresaliente humanista continental, entre 1498 y 1514.
Para dar instrucción escrituraria, Wycliffe organizó un grupo conocido como los "sacerdotes pobres" que vagaban de dos en dos (siguiendo los requerimientos escriturarios), predicando y enseñando. Estos eran recibidos gozosamente por la gente. Wycliffe fue condenado en 1377 por el papa, pero fue protegido hasta su muerte en 1384, por influencia política. Los lolardos, como eran llamados estos sacerdotes pobres, continuaron creciendo en número e influencia hasta 1399. En 1395 ellos dirigieron una atrevida nota al Parlamento denunciando el romanismo. Sin embargo, el ascenso del rey Enrique IV (1399-1413), un ardiente papista, fue la señal de la persecución. Veintenas de lolardos fueron quemados en la estaca y sus iglesias suprimidas. Los seguidores de los lolardos se volvieron secretos después de 1431 e indudablemente proveyeron un terreno fértil para el movimiento de reforma que vino como un siglo después.
El humanismo inglés. — El humanismo inglés también tuvo participación en el aumento del sentimiento antipapal. Juan Colet (1467-1519), decano de la catedral de San Pablo en Londres, era un humanista sobresaliente. Con Guillermo y Tomás Linacre formó un núcleo para la escuela de pensamiento que menospreciaba los métodos escolásticos y la teología. Colet, un caudillo competente y profundamente espiritual, era especialmente diestro en la interpretación bíblica. Su elocuente voz constantemente llamaba a la reforma. El influyo grandemente en Erasmo, el sobresaliente humanista continental, entre 1498 y 1514.
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